Carolina Marín es imparable en Europa

Cuando Carolina Marín ganó el Europeo de bádminton de Kazán (Rusia) en 2014 nadie podía llegar a imaginar que aquella joven de Huelva revolucionaría el bádminton no sólo continental sino mundial. Se convertía en la primera medalla española en un Europeo de este deporte y derribaba un muro que hasta entonces se antojaba imposible en un continente dominado por las danesas igual que a nivel mundial las asiáticas eran las que mandaban. Ha pasado una década que, en su caso, podríamos tildar de prodigiosa y desde entonces, salvo la española, nadie más ha subido a lo más alto del podio continental. Es imposible desbancarla. Sigue su dictadura. Este domingo ha vuelto a coronarse, ahora en Saarbrücken (Alemania), campeona de Europa y ya van siete veces seguidas. Ocho si contamos su oro en los Juegos Europeos del verano pasado. La escocesa Kirsty Gilmour ha sido su última víctima. Se impuso por 21-11 y 21-18.

Europa se ha convertido en el patio de su casa.Ahí, Marín es imparable y, además,  curiosamente, los tres torneos que ha ganado este año seguidos (All Englang, Abierto de Suiza y el Europeo) han sido en el Viejo Continente. Las sensaciones son inmejorables a poco más de 100 días para los Juegos Olímpicos de París. Ha recuperado su esencia y vuelve a ser la Carolina de antes de las dos graves lesiones en la rodilla derecha primero (2019) y en la izquierda después (2021). De hecho, hasta hoy había que remontarse a 2018 para encontrar en su palmarés tres títulos seguidos: campeona mundial (5 de agosto en Nanjing, China), ganadora del Abierto de Japón (16 de septiembre, Tokio) y del Abierto de China (23 de septiembre, Changzhou).

Este domingo saltó a la pista con las estadísticas a su favor: de los 14 enfrentamientos con Gilmour, 11 habían caído de su lado. 

El primer set fue un paseo para Marín, que fue mejor en todas las facetas del juego y lo dominó desde el inicio hasta el final. Llevó la iniciativa desde el inicio, marcó el ritmo y no dio opciones a la escocesa. Rápida de piernas, llegando a todo y forzando los errores de la número 26 del mundo, Gilmour no podía seguir la intensidad de la española, que acabó llevándose el set por 21-11.

El guion de la segunda manga nada tuvo que ver. Fue muchísimo más igualada. Gilmour decidió presentar batalla por el título y no cometió tantos errores no forzados. Carolina, más defensiva, le cedió un poco la iniciativa a la escocesa, que con los ataques cruzados buscaba hacer daño a la española. Un parcial de 3-0 en la recta final igualó la contienda (18-18), pero entonces la campeona olímpica demostró que tiene más experiencia y calidad y no le tembló el pulso para responder con otro parcial de 3-0 y llevarse el set y el partido (21-18).

Carolina suma 9.200 puntos en su lucha por recortar distancias con Akane Yamaguchi, cuarta, para ser cabeza de serie en los Juegos.