¿Cómo se ve el ruido? Esta serie de fotos de Paul Gambin nos lo explica

Por Noticias de hoy Last updated Abr 25, 2024

Por el Día Internacional de la Conciencia sobre el Problema del Ruido, te contamos sobre el El Sonido del Silencio, un trabajo de Paul Gambin

¿Qué es el ruido? El ruido es una onda, una vibración que percibimos a través de los oídos y muchas veces, a través de otros sentidos como el tacto, como lo hacen las personas sordas. Es un elemento tan cotidiano que muchas veces, es sólo en contraste con el silencio que podemos darnos cuenta de que estábamos escuchando algo. De aquí nace el Día Internacional de la Conciencia sobre el Problema del Ruido, una fecha para recordar lo importante que es la paz, la quietud y el silencio.

Cada ciudad tiene sus sonidos significativos. Si alguna vez has visitado la CDMX, seguramente haz escuchado la famosa sirena del fierro viejo. Y así, cada ciudad va creando su propio paisaje sonoro, su propia voz. Sin embargo, con el crecimiento de la urbanización ha provocado que haya tantas voces que no se encuentre ni un minuto de silencio entre las estruendosas y vívidas voces citadinas. R. Murray Schafer ya veía el problema desde 1977, cuando escribió sobre ello en su libro La afinación del mundo:

“La contaminación sonora se ha vuelto un problema global. Parecería que el paisaje sonoro mundial ha alcanzado un ápice de vulgaridad en nuestro tiempo, y muchos expertos han previsto la sordera universal como consecuencia final a menos que el problema pueda solucionarse rápidamente.”

El Sonido del Silencio

Si bien es complicado acercarse al problema, Paul Gambin, explorador de National Geographic, ha logrado una narrativa innovadora en la forma de retratar este problema. A través de una cámara sónica, el fotógrafo ha logrado capturar cómo las vibraciones del sonido impactan también en nuestra forma de percibir el mundo a través de los ojos. Para ello creó una cámara sónica capaz de capturar imágenes distorsionadas por el sonido a través del agua. Con su nueva herramienta, se dispuso a fotografiar a habitantes de dos enormes ciudades: Lima y Cusco. Éstos fueron algunos de sus testimonios.

Luna – Lima, Perú (texto de Paul Gambin)

“Tuve un tratamiento que también intensificó muchisisísimo todos mis sentidos, andaba muy cansada, tratando de descansar pero nunca encontrando la paz total porque la bulla era constante. Cerraba las ventanas y aunque sea el ruido entraba, en las horas de punta se volvía realmente agotador, agobiante y co- mencé a experimentar una fuerte ansiedad que nunca tuve antes.”

Luna vive cerca de una avenida muy transitada hace casi dos años. Un periodo de tiempo en el que ha estado sometida a un tratamiento conTra el cáncer muy agresivo. El tratamiento intensificó sus sentidos y la sensibilizó físicamente, un hecho que la llevó a experimentar el sonido y otros sentidos como nunca antes. Durante todo el tratamiento, sin tió que no podía controlar el ruido invasivo del incesante tráfico fuera de su ventana y se ponía extremadamente ansiosa, esperando que todo terminara pronto.

Sueña de un día poderse mudar fuera de la ciudad para escaparse de la saturación de sentidos, pero aun la ciudad le proporciona lo necesario para su tratamiento y su economía.

Rony – Cusco, Perú (texto de Paul Gambin)

paul gambin sonido del silencio — “Inicialmente, sí me costaba, [el sonido] me molestaba porque el sonido es fuerte pero uno va adaptándose, asimilándose al contexto real y ahora ya no lo siento tanto, igual uno se estresa, le dan ansias, sí siento que ya es una suerte de costumbre. El sonido es algo que interfiere mucho en mi concentración mientras estudiaba. Entonces desde ese lado hay momentos en los cuales estoy muy concentrado, escribiendo, estudiando componiendo, simplemente durmiendo o meditando y pasan estos sonidos que interrumpen este flujo…”

Rony ha vivido a una cuadra del aeropuerto de Cusco desde que era niño. Su familia compró un terreno durante la “invasión” del área por mafias de terrenos que vendían áreas de tierra sin ninguna consideración por las restricciones zonales o por donde estaban ubicadas. Desde entonces, el boom de los aviones despegando ha explotado en los pasillos de su casa, dejándolo incapaz de afrontarlos sin recurrir a ahogar el sonido con auriculares y música. El ruido que suena cada pocos minutos las 24 horas del día, los 7 días de la semana todavía le hace perder la concentración, lo que le provoca ansiedad y aumenta sus niveles de estrés.

Para conocer más sobre este proyecto, puedes visitar El Sonido del Silencio en la página oficial del fotógrafo.