Los famosos “achaques del embarazo” generalmente implican rechazo a ciertos alimentos, náuseas y vómito que son provocados por las hormonas y son más frecuentes durante el primer trimestre; sin embargo, algunas mujeres experimentan molestias gástricas incluso hacia el final del período de gestación.
La nutricionista, Natalia Segura, quien tiene 37 semanas de embarazo, comparte consejos para alimentarse durante esta etapa. Cabe advertir, eso sí, que sus recomendaciones son generales, pues cada organismo reacciona diferente y lo ideal es siempre consultar cualquier cambio con su médico.
“Si el estómago está muy revuelto, apenas se levanten consuman algo, una galleta tipo María, un coladito de frutas… algo muy ligero. Porque el hecho de tener tanto tiempo el estómago vacío hace que a la mamá se le revuelva el estómago”, explica Segura.
Evite las bebidas calientes, porque pueden causar distensión abdominal y náuseas. Segura recomienda el agua de pipa y el té de jengibre frío, que se prepara como una infusión y se deja enfriar, además es muy importante tomar líquidos en cantidades pequeñas y con pausas.
“Por otro lado, no dejar lapsos de tiempo tan prolongados sin comer algo. Consuma alimentos cada dos o tres horas”, recalca la nutricionista.
Una buena opción es incluir frutas, porque aportan agua y vitaminas, y el sabor suele ser bien tolerado. Recuerde priorizar siempre su salud y la de su bebé y consulte con su médico si tiene síntomas de deshidratación o malestar prolongado.
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