de la gloria a las secuelas

Tras la victoria de Ilia Topuria en la Ultimate Fighting Championship (UFC) se ha hablado mucho sobre los riesgos de sus estrategias de adelgazamiento. Sin embargo, tanto él como otros deportistas de la UFC se exponen a otros muchos peligros, que pueden dejarles marcados de por vida. De hecho, las secuelas físicas de los luchadores no son pocas.

Hay de todo tipo. Algunas son bastante leves, pero otras pueden resultar muy dañinas, sobre todo a largo plazo. Es el caso de las consecuencias de los traumatismos repetidos en la cabeza. Puede parecer que estos se curan en el momento y sí que lo hacen. Sin embargo, a la larga aumenta el riesgo de padecer deterioro cognitivo, así como un amplio abanico de enfermedades neurológicas.

Es una de las secuelas físicas de los luchadores que más se han estudiado en los últimos años. Se ha encontrado correlación tanto con boxeadores como con luchadores de artes marciales. En ambos, cuando han sufrido muchos traumatismos craneales a lo largo de su carrera deportiva, aumenta la probabilidad de padecer este tipo de afecciones. Los cascos, así como otras medidas de seguridad, son lógicamente una buena solución, pero no siempre se usan adecuadamente, por lo que el peligro continúa.

Pequeñas secuelas físicas de luchadores como Ilia Topuria

No todo son golpes en la cabeza. Las artes marciales mixtas requieren mucho contacto entre los luchadores. Esto facilita que, además de las contusiones derivadas de los golpes, los propios puñetazos, patadas o llaves puedan derivar en esguinces y luxaciones articulares. Todo ello es muy frecuente en estos deportistas. Tanto, que a veces se requiere cirugía y pueden quedar secuelas.

Aunque es menos habitual, también pueden producirse hernias, que en algunos casos se correlacionan con dolor crónico. Incluso es muy habitual una lesión conocida como oreja de coliflor, que se da en luchadores que sufren muchos golpes en el cartílago de la oreja. El hematoma resultante, si no se drena adecuadamente, puede deformar el arco de la oreja. Además, se acaba perdiendo algo de color. Por eso, el aspecto blanquecino y la deformación del cartílago dan una curiosa apariencia de coliflor, por la que la lesión se ha bautizado de esa forma. Pero todas estas son secuelas físicas de los luchadores mucho menos graves que las que en ocasiones se relacionan con su cerebro. Los luchadores de la UFC, como Ilia Topuria, están muy expuestos a este tipo de golpes, cuya acumulación supone un gran riesgo. 

Las peores consecuencias las sufre el cerebro

No es necesario golpear directamente la parte alta de la cabeza para que el cerebro sufra. Un golpe en la mandíbula, por ejemplo, puede producir una vibración del cerebro dentro de la cavidad craneal, susceptible de convertirse en lesión, ya sea en el acto o a la larga.

Según una revisión sobre lesiones en artes marciales realizada durante 10 años, en deportes como el kárate el 61% de las lesiones se producen en la cabeza o el cuello. Para otros, como el Muay Thai, el porcentaje es algo menor, del 42,5%. En cambio, en aquellas artes marciales donde predomina la sumisión, como el judo surcoreano, el porcentaje es mucho más reducido, de un 5,6%. De cualquier modo, está más que claro que los golpes en la cabeza son una realidad.

Existen varios estudios en los que se ha realizado un seguimiento de luchadores con muchos traumatismos craneales a lo largo de los años. En ellos, se ha observado que la probabilidad de padecer alzhéimer es mayor que en el resto. 

Por otro lado, aunque no todos los luchadores llegan a algo tan drástico, sí que se han estudiado numerosos casos en los que se ven afectados parámetros como la velocidad de pensamiento y otras habilidades cognitivas. Esto ocurre a mucho más corto plazo. De hecho, en algunos casos puede ser instantáneo.

Buen ejemplo de ello es el del luchador de la UFC Tony Ferguson, quien en 2022 reconoció que perdió la memoria durante un combate. Si bien la recuperó, estuvo un buen rato sin recordar nada. Esto, lógicamente, indica que hubo un gran traumatismo. 

A la larga, estos pueden ser muy peligrosos. Sin duda, de todas las secuelas físicas de luchadores como Ilia Topuria, esta es una de las más preocupantes.