El mejor músico de la historia, según la ciencia

Últimamente ha circulado por redes la supuesta noticia de una inteligencia artificial que ha concluido que, científicamente hablando, la música de Loquillo es mejor que la de Bruce Springsteen. Como ocurre siempre en redes sociales, esto ha generado bastante discusión entre los amantes de uno y de otro. No obstante, basta con hacer una pequeña búsqueda para comprobar que el algoritmo del que hablan no existe y que la noticias nunca se publicó. Dejando a un lado cuál puede ser el origen de esta información falsa, sí que cabe preguntarse si es cierto que la ciencia puede elegir cuál es el mejor músico del mundo. ¿Hay unos criterios claros? ¿Se puede hacer una elección objetiva?

Lo cierto es que ya hay bastantes estudios que exploran esta cuestión. Algunos incluso se atreven a dar nombres: Freddie Mercury, Axl Rose, Mariah Carey, Beethoven… Todo depende si nos ceñimos a la capacidad vocal, interpretativa o de composición, entre otros factores.

No obstante, también existen algoritmos que, en vez del mejor músico, calculan cómo debe ser la canción perfecta. Esa que se te mete en la cabeza aunque no quieras. Generalmente se trata de melodías pegadizas, muy alejadas de lo que los más puristas consideran buena música. ¿Pero qué es buena música? ¿Esa que jamás puedes olvidar? ¿La que te rompe algo por dentro? ¿La que aborda una gama tonal más amplia? Esto es lo  que dice la ciencia al respecto.

El mejor músico del mundo

En 2014, la compañía Concert Hotels llevó a cabo un estudio sencillo, en el que se analizaba el rango vocal de algunos de los cantantes más icónicos a nivel internacional. Un análisis de sus melodías permitió determinar el tono más bajo y el más alto que pueden alcanzar. El objetivo era establecer quiénes son los mejores cantantes del mundo, pero ciñéndose solo a las notas que son capaces de entonar correctamente. De este modo, se estableció que el mejor cantante del mundo sería Axl Rose. El cantante de Guns N’ Roses resultó tener una tesitura amplísima, especialmente en lo grave, pero también alcanzando tonos muy agudos. Inmediatamente después se situaría Mariah Carey, rompiendo todos los moldes en lo agudo, pero llegando también bastante abajo.

En la parte baja de la lista nos encontramos al cantante de country Luke Bryan y justo antes de él a Taylor Swift. Esta última nos demuestra que un rango vocal amplio no tiene por qué ser equivalente de éxito. Y es que, en realidad, este es solo un parámetro, pero existen muchísimos más.

Otros muchos estudios, de hecho, señalan como el mejor músico, o al menos el mejor cantante, a Freddie Mercury, el fallecido vocalista de Queen. En la lista de Concert Hotels se encuentra en el puesto 11, justo antes de Elvis Presley, pero su voz fue única por otros muchos motivos.

De hecho, ha sido analizada por biofísicos, como el austríaco Christian Herbs. Este científico está especializado en la fisiología de la voz y ha dedicado su carrera a analizar la de muchos cantantes. En el caso de Mercury, descubrió que sus cuerdas vocales vibraban más deprisa de lo normal, de manera que podía modular la voz a frecuencias únicas, a las que no ha llegado prácticamente nadie más de forma natural. Por lo tanto, aunque su rango vocal no fuese el más amplio, contaba con otras características que lo hacían especial.

¿Qué tiene que decir la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial no nace inteligente. Debe entrenarse con información existente. Por ejemplo, se puede enseñar a un algoritmo de inteligencia artificial a detectar el cáncer en mamografías, mostrándole miles y miles de ellas con un diagnóstico previo. Así, la máquina es capaz de detectar cuáles son los detalles que se corresponden con la enfermedad y encontrarlos en imágenes de diagnóstico desconocido. También se puede entrenar un algoritmo con millones de imágenes para que cree sus propias ilustraciones.

Por lo tanto, un algoritmo de inteligencia artificial decidirá quién es el mejor músico con base en criterios humanos previos. Se le deben dar ideas de músicos buenos o malos, según ciertos parámetros, como el rango vocal de Axl Rose o el vibrato de Freddie Mercury. La inteligencia artificial no tiene una respuesta todopoderosa, sino que agrupa lo que han pensado muchos humanos en el pasado.

Aun así, a veces pueden ser incluso más cautas que los propios humanos. Cuando, por ejemplo, le preguntamos a Chat GPT sobre el mejor músico del mundo, nos señala que es una decisión muy subjetiva. 

Incluso si le hacemos elegir entre dos intérpretes, como Loquillo y Bruce Springsteen, recuerda que sus contextos son muy diferentes y, por lo tanto, compararlos es una cuestión subjetiva. 

Chat GPT no se moja, aunque seguro que habrá algoritmos diseñados para ello que sí lo hagan. Aun así, siempre se centrarán en criterios específicos que no dejan de tener cierta subjetividad previa.

La canción perfecta, según la ciencia

Hay algo que sí se puede saber de una forma relativamente objetiva: si una canción será exitosa. El éxito es subjetivo por parte de quien lo catapulta, pero objetivo si nos ceñimos a las estadísticas. Los números, números son.

Por eso, se pueden entrenar algoritmos para determinar cuáles son los parámetros del éxito. Incluso se puede ir más allá y utilizar cómo referente la actividad cerebral del público. En 2023, un equipo de científicos logró predecir de esta forma el éxito de una canción con un 97% de acierto.

Para entrenar su algoritmo, contaron un un grupo de 33 voluntarios, a los que primero se les encuestó sobre sus gustos musicales y luego se les midió su actividad neurofisiológica mientras escuchaban música. Lógicamente, los centros de placer se activaron con sus estilos musicales favoritos. Pero, aun así, se podía intentar buscar patrones sobre lo buena que sería una canción. Esa fue la misión del algoritmo que entrenaron con estos datos y que, después, consiguió acertar las sensaciones de los participantes con casi un 100% de éxito.

Casos concretos

También se puede analizar cómo será una canción del verano o una buena candidata para Eurovisión. Con respecto a esto último, analizando las ganadoras de los últimos años, se ha visto que suelen llegar más alto las que tienen letra en inglés, hablan sobre relaciones personales, incluyen la palabra amor, repiten muchos coros y se dirigen de la primera persona a la segunda. ¿Significa eso que siempre ganarán canciones con esta estructura? Por supuesto que no.

Los seres humanos, en realidad, somos menos predecibles de lo que podemos llegar a creer. Nos gustan las canciones que hablan del amor, las que despiertan en nosotros emociones o simplemente las que nos hacen pasar un buen rato. Según numerosos estudios científicos, algunos basados también en la neuroimagen, el contexto sociocultural es decisivo. Todo eso moldea nuestros gustos, que varían mucho de persona a persona e incluso de una etapa vital a otra, dentro de la misma persona. Por eso, aunque todos tengamos a uno en mente, el mejor músico del mundo no existe. Cada uno tenemos el nuestro y eso también está bien.