El tercer lanzamiento de la Starship está a la vuelta de la esquina

SpaceX apura el paso para llevar a cabo el tercer lanzamiento de la Starship. La empresa aeroespacial de Elon Musk confirmó que está aguardando la aprobación de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) para concretarlo.

No obstante, la espera podría no ser demasiado extensa. Según confirmó Jessica Jensen, vicepresidenta de operaciones e integración de clientes de SpaceX, el visto bueno de las autoridades llegaría en febrero. Por ende, el próximo lanzamiento de la Starship podría darse ese mismo mes.

Eso sí, nada de esto está grabado en piedra y puede cambiar de un momento a otro. La ejecutiva de SpaceX indicó que la Starship estaría lista para volar en enero, una vez que los ingenieros terminen de aplicar las “acciones correctivas” necesarias que se identificaron tras el lanzamiento de noviembre pasado, que terminó en explosión.

Por lo pronto, la compañía no brindó detalles sobre qué provocó la destrucción de la segunda Starship antes de que llegara a la órbita terrestre. A diferencia de lo ocurrido en el primer despegue de abril de 2023, la Starship pudo separarse del cohete Super Heavy con éxito. Pero el propulsor explotó poco después y obligó a que la nave fuera destruida instantes más tarde, antes de alcanzar la altura deseada.

Desde entonces, SpaceX ha trabajado a gran velocidad para dejar todo listo de cara a un tercer lanzamiento. En diciembre se realizaron pruebas estáticas de propulsión tanto con la nave Starship como con el cohete Super Heavy. Lo que aún no se sabe es el calibre de las modificaciones que se han debido implementar.

SpaceX aspira a lanzar la tercera Starship en febrero

Entre el primer y el segundo lanzamiento de la Starship, SpaceX realizó más de 1.000 modificaciones tanto a la nave homónima como al propulsor. Entre tantos, la implementación de un método de separación “en caliente”, que consiste en encender los motores de la etapa superior instantes antes de desacoplarla del cohete Super Heavy.

Elon Musk dijo por entonces que calculaba que, en el mejor de los casos, el segundo intento tendría un 60 % de probabilidades de alcanzar la órbita terrestre, lo cual finalmente no ocurrió. Por lo pronto, el magnate no ha lanzado una predicción sobre si la Starship logrará su cometido en su tercer intento. Sin embargo, pese a que las dos pruebas anteriores finalizaron en destrucción total, la evolución entre una y otra ha sido más que evidente. Es lógico pensar que las expectativas de éxito sean más altas para el despegue que podría ocurrir en febrero.

Conseguir el visto bueno de la FAA tampoco es tarea sencilla. Las autoridades estadounidenses suelen identificar fallos críticos cuya resolución es obligatoria para obtener una licencia de vuelo. Por ende, si SpaceX no cumple con todos los requisitos, la aprobación puede demorarse.

Vale decir que, viendo los antecedentes, SpaceX seguro intente volar la Starship ni bien obtenga el pulgar arriba del organismo. Para el segundo lanzamiento, por ejemplo, la FAA emitió la autorización el 16 de noviembre y los de Elon Musk programaron el despegue para el día siguiente. Aunque luego debieron posponerlo al 18 de noviembre, debido a un fallo técnico. Claro que también se deben tener en cuenta las condiciones climáticas, que pueden terminar afectando la planificación.

Así mismo, la compañía está trabajando en una demostración del sistema de transferencia de combustible criogénico de la Starship, a pedido de la NASA. Esta tecnología, todavía en una fase temprana de su desarrollo, será crucial para las misiones Artemis que usen un módulo de alunizaje basado en la nave de SpaceX. Aunque todavía no está claro si dicha prueba formaría parte del tercer lanzamiento que sucedería en febrero.