Cuando Hernán Cortés llegó a Tenochtitlan, Moctezuma lo recibió de la mejor forma, lo llevó a descansar al palacio de su padre, las Casas Viejas, y después lo invitó a uno de sus banquetes diarios, en donde siempre había 300 platillos.
Además de lo que el emperador le acercó al conquistador para comer, le dio una bebida que Bernal Díaz del Castillo aseguró en Historia verdadera de la conquista de la Nueva España era para acercarse a las mujeres, es decir, con propiedades afrodisiacas.
El cronista narró que esta bebida era hecha con cacao y servida en copas de oro fino, era muy apreciada por los mexicas, tanto que sólo para lo comida habían acercado al comedor 50 jarros grandes.
Díaz del Castillo, al ver por primera vez gran parte de los ingredientes utilizados en la cocina del palacio, sólo pudo describir que la bebida era hecha con cacao y, más que líquido, era espuma. Tampoco explica el porqué les daba “acceso a las mujeres”, pero todos la tomaban con gusto y disfrutaban de ella.
Con el paso del tiempo, por esta corta descripción, se ha llegado a la conclusión que lo que bebía el tlatoani era tejate, que hoy también se le conoce como “la bebida de los dioses”.
El tejate es una bebida que habría sido creada en los Valles Centrales de Oaxaca y se utilizaba para ceremonias de siembra y cosecha, así como en fiestas especiales.
Hay registros visuales que dejan entrever que esta bebida sí era muy apreciada por las culturas prehispánicas porque siempre la tomaban en momentos que dedicaban a sus dioses. Uno de los ejemplos que perduran hasta la fecha está en el Códice Nuttall, donde se registró cómo era celebrado un matrimonio y ofrecían tejate.
También se sabe que el cacao no era el único ingrediente que se usaba para prepararlo, sino que contenía maíz, de ahí proviene su nombre actual, que en náhuatl significa “agua harinada”, según señala la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Ha sido una bebida muy adorada ya que tanto mitiga la sed, como proporciona energía por ser de cacao, además de que tiene calcio, hierro, potasio y zinc.
Esta no es la única bebida que consumía Moctezuma, se dice que también disfrutaba de beber sendecho, que es una bebida que hoy se iguala a la cerveza ya que se hace a partir de maíz fermentado y lleva un proceso de producción similar a la cerveza.
Dentro de las mismas crónicas de Bernal Díaz Castillo, el español relató que en la primera comida que compartieron con el tlatoani había alrededor de 300 platillos recién hechos y a gusto de Moctezuma.
Estaba por un lado la carne roja o blanca, de diferentes animales que no conocían los visitantes, y por otra parte estaban las preparaciones con las que los acompañaban, en total, todas las combinaciones resultaban en ser decenas de platillos diferentes.
También tenían mujeres que hacían tortillas en el momento y toda la comida tenía un pequeño fogón debajo para que nunca se enfriara. Todo era servido por mujeres, quienes incluso lavaban las manos de los hombres antes de consumir sus alimentos.
Aunado a todo esto, la vajilla utilizada era de barro (y oro, como las copas), la mantelería era blanca y se sentaban en pequeños cojines.
Esto impresionó a los españoles ya que, aunque sabían que el emperador era una de las personas más importantes de todo el territorio, no imaginaban que sus riquezas le permitieran disfrutar este tipo de banquetes.
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