El partido entre Espaa y Brasil es un grito contra el racismo. La Federacin Espaola y la CBF acordaron lanzarlo juntas el pasado verano despus de lo sufrido por Vinicius en varios estadios, con el captulo ms convulso en Mestalla.
El pasado 17 de junio, ante Guinea y en Cornell, la seleccin brasilea visti de negro por primera vez en su historia. Fue una medida para mostrar su rechazo al racismo, una lacra que sus jugadores sufren desde hace ms de un siglo.
‘Monos’ en Buenos Aires
Cuenta la leyenda que Carlos Alberto Fonseca Neto salt al campo el 13 de mayo de 1913 con la cara cubierta de polvo de arroz para disimular que era mulato porque La Liga Metropolitana de Deportes Atlticos de Ro de Janeiro haba prohibido a gente de color, obreros y analfabetos en los equipos. Lo que no es leyenda es que a la Copa Amrica de 1920, en Argentina, Brasil acudi a defender su corona sin jugadores negros. Lo haba aconsejado Epitcio Pessoa, presidente del pas. Esgrimi que eso evitara incidentes en Valparaso, pero a nadie le escap que detrs de la decisin estaba el racismo camuflado del que fuera representante brasileo en las negociaciones del Tratado de Versalles. Era una orden.
Vinicius rompe a llorar por el racismo que sufre: “Slo quiero jugar al ftbol”
Sin su primera gran estrella, el mulato Arthur Friedenreich, la campeona fracas al ganar 1-0 a Chile y perder 6-0 ante Uruguay y 2-0 frente a Argentina.
Un ao antes, para octubre de 1920, Brasil acord disputar un partido amistoso contra Argentina en el campo de Barracas, en Buenos Aires. En la maana del partido, el 6 de octubre, al hotel de la seleccin brasilea llegaron ejemplares del diario argentino Crnica de tres das antes (el partido se iba a jugar el 3, pero se aplaz por las lluvias). En el peridico apareca una caricatura firmada por Antonio Palacio Zino en la que se vea a un grupo de primates vestidos con la equipacin de Brasil y un artculo titulado Monos en Buenos Aires. Un saludo a los Ilustres huspedes cuyo contenido iba de la mano del dibujo.
A la terrible imagen se una un texto que iba a la par: “Ya estn los macaquitos en tierra argentina”; “Habr que prender la luz a las 4 de la tarde”; “Si alguna gente nos resulta cmica son los brasileos. Son elementos de color que visten como nosotros y pretenden confundirse con la raza americana, gloriosa por su pasado y grande por tradiciones”.
El enfado entre los brasileos lo encabez el capitn de la Seleao, Augusto Mara Sisson, quien quiso convencer a sus compaeros de que la afrenta era de tal calibre que lo mejor era renunciar a jugar. En el seno de la delegacin brasilea se produjo tal fractura que slo siete jugadores decidieron presentarse en Barracas para jugar por respeto a la camiseta, al pblico que haba pagado su entrada y, sobre todo, porque la recaudacin era para un asilo de nios hurfanos.
Ms incidentes
El partido arranc con 11 contra 11, pero con la camiseta de Brasil jugaba el jefe de la delegacin Osvaldo Gomes (jugador ya retirado y autor del primer gol de la historia de Brasil, 20-7-1914, en el estadio de Laranjeiras) y cuatro argentinos para poder completar el equipo. Al darse cuenta la grada de lo que pasaba, arreciaron los insultos y comenzaron a caer objetos.
Se decidi entonces que el partido se siguiera jugando y no tener que devolver el dinero por las entradas compradas, pero slo siete contra siete para respetar la integridad del equipo elegido por Brasil para el partido y que vena de la Copa Amrica.
Ese racismo contra el que hoy se grita en el Bernabu lo sufrieron dentro y fuera de Brasil Lenidas, Pel, Garrincha, Moacir Barbosa (portero del Maracanazo), Luiz Pereira…
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