hombres de ingenio y creatividad (+Fotos)

Sancti Spíritus, 30 ene (ACN) La Empresa Agroindustrial Azucarera Melanio Hernández, industria de Taguasco que asume en solitario la zafra en la provincia de Sancti Spíritus, cuenta con hombres y mujeres que con empeño y creatividad asumen complejos trabajos para rescatar y mantener las funciones del central y del propio sector. 

   El miembro de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores Abel Rodríguez Delgado, mecánico especialista en el taller de laminado del otrora central Tuinucú, es el autor de una inventiva que le devolvió la vida útil al torno conocido cono 1M63, imprescindible para la fabricación y recuperación de piezas y otras acciones.

   Según explicó a la ACN, el déficit de fibras de cloche ocasionó que tres de estas máquinas herramientas quedaran fuera de servicio, situación revertida con el diseño y elaboración de fibras de baquelita, con modificaciones en el sistema de cloches y con la creación de frenos dinámicos ante la carencia de bobinas para esta acción mecánica.

   Con el torno parado había que hacer las piezas y accesorios en otros talleres como el del central Uruguay, en Jatibonico, lo que complejizaba las soluciones y conllevaba un gasto de combustible, detalló.

   Esta innovación obtuvo la categoría de Relevante en eventos provinciales y nacionales, pues contribuye al maquinado, construcción y reparación de partes con parámetros de calidad probados.

   Además de este tipo de tornos, manifestó Rodríguez Delgado, innové en otro del tipo 16K20 que tampoco funcionaba dadas las limitaciones de Cuba para acceder a los recursos y en él adapté las torretas, porque se nos dificulta mucho conseguirlas y tienen un nivel de deterioro muy grande.

   Mientras, acotó que tienen en fase de prueba otra máquina herramienta con adaptaciones de un principio diferente para mejorar el trabajo.

   Lázaro Ortega Francisco, fresador del taller y encargado de confeccionar las estrías interiores y exteriores de la fibra, refirió que este un torno que estaba fuera de parámetros y desde que se recuperó hace un año no ha tenido ningún tipo de roturas; en tanto, dijo que se trata de un elemento clave para la zafra porque facilita el trabajo con todas las piezas grandes de la industria.

   Eduardo Espinoza Betancourt, jefe del taller de laminado, explicó que el aporte de todos los trabajadores ha sido esencial para afrontar las roturas o el mantenimiento del Melanio Hernández, con soluciones basadas en el diseño, fabricación y recuperación de piezas que no cuentan con repuestos.

   Braian Daniel Gómez Díaz, estudiante de segundo año de Maquinaria Azucarera del politécnico Jorge Ruiz Ramírez, afirmó que cada lunes asisten a las prácticas en el taller para aprender a laborar y conocer el funcionamiento de los tornos y su implicación en el funcionamiento del central ubicado en la comunidad de Tuinucú.  

   Al decir de Frank Ortiz, profesor de las carreras Maquinaria Azucarera y Fabricación de Azúcar en la institución educativa, tanto el ingenio como el taller funcionan como un aula anexa, donde se consolidan los conocimientos teóricos adquiridos en el aula, gracias a la relación que mantiene la industria con el centro.

   Y toda esta preparación que ellos reciben aquí, insistió, responde a las necesidades del Melanio Hernández y garantiza la continuidad de estos hombres de inventiva que transmiten su creatividad a las nuevas generaciones.