La vctima no puede ser sancionada

No se trata de solicitar condescendencia al Comit de Competicin: la cuestin es demostrar de forma fehaciente, ejemplar, rotunda y sin titubeos que la lucha contra el racismo en el ftbol (y por extensin en toda la sociedad) es algo prioritario, indiscutible e innegociable.

Estamos ante la oportunidad ideal de plasmar un mensaje tajante y categrico: la lucha contra el racismo y la tolerancia cero contra esta lacra estn por encima de todo. Y est en manos del Juez nico Jos Alberto Pelez hacer ondear esa bandera -de la que nos sentiramos orgullosos- no sancionando a Cheikh Sarr, portero del Rayo Majadahonda.

Es indudable que el guardameta senegals cometi infracciones que, en condiciones normales, deben llevar un castigo incluso severo, pero su reaccin vino motivada por una situacin aberrante que no debera considerarse normal. Sarr fue objeto de intolerables insultos racistas desde la grada, que es lo que hay que atacar y atajar. La vctima no puede ser castigada. No perdamos el foco ni el honor.

El momento es extremadamente excepcional y reclama decisiones excepcionales. Nuestro ftbol, nuestro pas, est en el punto de mira mundial debido a la concatenacin de actos de ndole racista que estn daando nuestra imagen. Evidentemente se est trasladando una percepcin injusta pero mal haramos si no ponemos remedio a esta mancha que nos estn generando unos pocos descerebrados y no frenamos esta nociva bola de nieve. No basta con no ser racistas, hay que ser antirracistas.

Por encima de argumentos jurdicos, de normativas o reglamentos est la condicin humana, la sensibilidad ante un problema creciente y el deseo de atajar de raz la cuestin. Esto ha de ser incuestionable. Al otro lado del insensible Cdigo Disciplinario hay una persona atacada e insultada por el color de su piel. En pleno siglo XXI.

Produce sonrojo imaginar el vergonzoso escenario y la inmoral noticia que trasladaramos al planeta si Sarr recibe un castigo. Podra incluso considerarse un castigo racista.

Que se aplique cualquier eximente, cualquier circunstancia en virtud de la excepcionalidad, del carcter extraordinario, de la fuerza mayor, de la necesidad imperiosa, del inters pblico, del bien general, de la proteccin de la ‘Marca Espaa’ o incluso de los derechos humanos. Pero Sarr no puede ser sancionado.