Las dinosaurias y la puerta de atrs

Me hace gracia el apodo que se han puesto Jenni Hermoso, Irene Paredes y Alexia Putellas. Le ponen (más) canas a quien aquí escribe y que les ha visto debutar en una selección que por entonces soñaba con jugar un gran torneo internacional. La misma que en la actualidad es vigente campeona del mundo, de la Nations League, número 1 del ranking FIFA y aspirante a medalla en los Juegos Olímpicos

de París este verano.

Del barro al césped más cuidado. Del miedo a ser goleadas al orgullo de ganar y la manera de hacerlo. De anónimas a referentes. De ser sumisas a alzar la voz

. Las

dinosaurias

, como ellas se llaman, ejemplifican lo que era y en lo que se ha convertido la selección femenina en particular y la mujer en el fútbol en general.
Igual que los dinosaurios marcaron una época en la historia de la evolución -la bautizada como era Mesozoica, hace entre 248 millones y 65 millones de años-,

las tres futbolistas mencionadas, las españolas con más internacionalidades, están protagonizando una etapa dorada que, ojalá, no tenga pronta fecha de caducidad

. Por si acaso, disfrutemos del presente.
Al igual que antes de los dinosaurios hubo vida en la Tierra -véase peces óseos, artrópodos, anfibios, reptiles y sinápsidos- antes que las

dinosaurias

hubo otras jugadoras que abrieron puertas y derribaron barreras

. A su modo y con sus herramientas, pero allanando el camino para lo que estuviera por llegar. Imposible explicar el éxito actual sin hacerse eco del pasado.

Hablo de las Conchi Amancio, Arantza del Puerto, Mar Prieto, Vanesa Gimbert, Vero Boquete…, jugadoras que dejaron la selección por la puerta de atrás a pesar de haber dejado huella

. Ojalá en esto también hayamos aprendido y cuando llegue el momento del adiós despidamos a nuestras leyendas como se merecen.