Las dos caras de Mamardashvili: dentro y fuera del campo

Giorgi Mamardashvili se ha convertido en uno de los nombres propios del planeta fútbol tras su Eurocopa. El portero de Georgia ha encandilado a muchos tras esta gran cita del balompié como es un torneo de dichas connotaciones… que magnifica lo que no se había visto hasta el momento: un rendimiento top en el Valencia pero que por las circunstancias de un club histórico metido en una crisis galopante, ya no es protagonista y por tanto las actuaciones individuales no pasan más allá de las fronteras.

El caso es que Mamardashvili ha logrado ponerse en el mapa fútbol gracias a sus actuaciones en el campo.… lo que sucede es que su temprana edad le está provocando que no esté asimilando la situación por cómo actúa fuera de los mismos.

Todo porque fútbol es evolución… y el meta está en un club con necesidades y cultura de venta en cada mercado. Por ello, es uno de los elegidos para abandonar el Valencia siempre y cuando llegue la oferta que se considere legítima desde Singapur. Y la cifra supera los 40 millones. Otra cosa será si el mercado es capaz de alcanzar estas cifras que, por el momento, no se han dado yí no va a resultar sencillo.

Pero su ejemplar actuación en el campo, que le ha valido para despegar de forma definitiva, no se corresponde con lo que sucede fuera del rectángulo de juego y eso está yendo en contra del propio cancerbero. Su temprana edad le están pasando factura.

Las dos manifestaciones que le ‘persiguen’

Porque cada vez que ha salido a hablar no ha logrado dar con la tecla. Se han metido en ‘charcos’. La última semana de competición liguera habló para un medio georgiano y soltó un ‘bombazo’ poco habitual hoy en día en un futbolista que lo muestra de tal guisa en público. “Mi futuro estará claro muy pronto; el Bayern se negó a pagar 35 millones el verano pasado”, señalaba el portero el pasado 23 de mayo. Se sobrepasó en sus palabras. Dio por seguro algo que estaba más que verde en ese instante y que en nada le iba a ayudar.

En la semana que su Georgia se clasificaba para los octavos, y por casualidad quedaba emparejada con España, ha sido el nombre que más ha sonado de este duelo. Ha sido perseguido en busca de sus sensaciones por esta eliminatoria y al margen de dicho partido, se le cuestionaba de nuevo por su futuro. Otro charco innecesario para su círculo más íntimo. “Mi futuro estará claro antes de pasado mañana por la tarde”, señalaba dos días antes del duelo ante España. Otra frase lejos de toda realidad. Otra más. Porque a día de hoy no hay nada. De momento.