Malva, el primer obús autopropulsado sobre ruedas en la historia de Rusia: ¿qué novedades tiene para el campo de batalla?

La aparición de este aparato en el campo de batalla permitirá a las fuerzas rusas contar con más capacidad de movilidad, lo que es un factor clave a la hora de la lucha de contrabatería, destacan desde la cartera de Defensa.

Actualmente, el Ejército del país cuenta con una amplia gama de obuses autopropulsados de diferentes calibres como Nona-S (120 mm), Gvozdika (122 mm), Guiatsint-S, Akatsia, Msta-S (los tres de 152 mm), Píon y Malka (ambos 203 mm), así como morteros Tyulpán (240 mm), pero todas estas piezas se desplazan sobre orugas.

Gracias a su chasis con ruedas, el Malva es capaz de ser desplegado y abandonar rápidamente una posición de fuego, lo que disminuye también el tiempo para apuntar el cañón hacia objetivos enemigos.

Asimismo, el obús, que es controlado por cinco miembros de la tripulación, tiene la capacidad de realizar ataques de fuego simultáneo, que consiste en lanzar varios proyectiles contra un blanco de forma simultánea.

El aparato cuenta también con un sistema que facilita la alimentación de municiones y proporciona un control automatizado de fuego. El Malva dispone de una cadencia de tiro que llega a siete disparos por minuto con un alcance mínimo de 6,5 kilómetros y máximo de 25, al tiempo que transporta 30 proyectiles. 

En cuanto a su autonomía, este obús, con velocidad máxima de 85 km/h, puede recorrer hasta 1.000 kilómetros por carretera sin repostar. Destaca por su capacidad de superar terrenos complicados gracias a su tracción total y potente motor. Además, el Malva incluso puede ser transportado en un avión Il-76.

Cabe destacar que, en agosto, el Ministerio de Defensa ruso suscribió en el marco del foro técnico-militar Army 2023 un contrato para el suministro de un número no especificado de unidades Malva con el Instituto de Investigación Burevestnik, diseñador del obús.