Liverpool reaccionó a tiempo para rescatar ayer un empate 1-1 con el Manchester City, en el que fue el último partido en la Liga Premier entre Jurgen Klopp y Pep Guardiola previo a que el técnico alemán se marche al final de la temporada.
El volante argentino Alexis Mac Allister convirtió un penal a los 50 minutos para nivelar el marcador luego que John Stones abrió la cuenta a los 23 en Anfield.
Liverpool pudo haber tenido la oportunidad de anotar el tanto postrero para el triunfo al reclamar un penal que el VAR descartó por una entrada de Jeremy Doku sobre Mac Allister.
La igualdad dejó a Liverpool en el segundo puesto de la Premier, empatado en puntos con Arsenal, nuevo líder por mejor diferencia de goles. Arsenal escaló a la cima tras haber derrotado 2-1 a Brentford el sábado. El City marcha tercero, un punto detrás de Arsenal y Liverpool.
La Klopp-Guardiola ha sido una de las rivalidades más atractivas de los últimos tiempos en la Liga inglesa y la última pulseada entre los dos entrenadores no defraudó.
Klopp adelantó que esta será su última temporada en Merseyside y ambiciona hacerlo con un segundo título de la Liga y quizás con una cosecha de cuatro trofeos.
Por algo Guardiola afirma que dormirá más tranquilo sin su viejo rival de por medio.
Comparó a Liverpool como un “tsunami”, que en el segundo tiempo tuvo a maltraer a los reinantes campeones: “Dios mío, vienen por todos lados”, dijo.
“Fue un partido que resumió la posición de ambos clubes en los (últimos) años”, añadió.
Un triunfo ayer hubiera dejado a los Reds con una ventaja de cuatro puntos sobre el City.
CT
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