Santiago 2023 descubre a la nueva hornada de judocas brasileños

Guilherme Schimidt, que ahogó los gritos de la afición chilena en el Centro de Deportes de Contacto al batir por ippón en la final de los 81 kg al anfitrión Jorge Daniel Pérez, tiene 22 años.

Gabriel Falcao, que se impuso antes en los 73 kg —por la no presentación de su lesionado compatriota Daniel Borges—, apenas suma 20.

“Es una gran felicidad ver los resultados del trabajo que estamos haciendo y que nuestro país esté alcanzando tantas medallas. Se ve que Brasil tiene mucha fuerza en este deporte”, afirmó Falcao, campeón de la primera final que enfrentó a dos brasileños en el judo de los Juegos Panamericanos.

Schimidt, por su parte, destacó que gracias a de sus entrenadores logró aislarse de todo lo que ocurría fuera del tatami durante su combate por el oro frente al chileno Pérez.

“Sabía que todo el estadio lo iba a estar animando, pero yo venía determinado a llevarme la medalla de oro. Es muy gratificante celebrar esta victoria aquí”, declaró el medallista de bronce en el Mundial juvenil de Marrakech 2019, que ya ocupa el tercer escaño en el ranking del orbe.

Tanto él como Falcao pertenecen a la nueva camada de judocas que está formando en los tatamis el gigante sudamericano para relevar a hombres como David Moura, Luciano Correa, Charles Chibana, Felipe Kitadai y, más alejados en el tiempo, Tiago Camilo, Leandro Guilheiro y Joao Derly; todos medallistas olímpicos y mundiales.

En los Panamericanos de Lima, hace cuatro años, se vio que la escuadra verdeamarelha precisaba de un relevo generacional, tras ganar solo dos títulos entre los hombres, apenas la mitad de los cuatro que había alcanzado en Toronto-2015 y bien lejos de los seis que logró en Guadalajara-2011, cuando únicamente el cubano Oscar Brayson impidió que copasen la cima de todos los podios.

Ahora en la capital chilena, no van mal encaminados a restaurar esa hegemonía: en tres de las cuatro divisiones masculinas que se han disputado hasta ahora, el himno brasileño y la bandera auriverde con las palabras “Orden y Progreso” han ondeado en lo más alto.

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