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Soy yoísta, no feminista; defiendo a las mujeres y lo demuestro con el ejemplo, dice Suzi Quatro

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Soy yoísta, no feminista; defiendo a las mujeres y lo demuestro con el ejemplo, dice Suzi Quatro

Anabel Nugent

The Independent

Periódico La Jornada
Jueves 23 de noviembre de 2023, p. 7

Londres. En 1982, Suzi Quatro se apiadó de un seguidor de 14 años en Australia que había comprado entradas para su espectáculo sin darse cuenta de que era un acto para mayores de 18.

El joven averiguó dónde se alojaba la artista, se presentó y le rogó por la entrada. Al final, pasó la noche viéndola vestida de cuero actuar tras bambalinas en una caja de cartón para evadir la seguridad. Cuatro décadas después, ese chico, que ahora tiene 50 años, recibe a The Independent a las puertas de la mansión isabelina que Quatro tiene en Essex, Inglaterra. Ella y Pat, su seguidor, continúan siendo muy buenos amigos.

La casa, donde la bajista ha vivido desde 1980, es muy antigua. Las alfombras beige no gritan mucho rocanrol, pero dejan su huella de otras maneras: todas las guitarras que se ven por doquier y con las cuales ha hecho éxitos como Can the Can, 48 Crash, Devil Gate Drive y Stumblin In.

Levantándose del sofá, Quatro se cuelga un Fender Precision de 1957. El primero, suspira, mirando el instrumento. Mi papá me lo regaló cuando tenía 14 años. Ahora, a los 73 es prácticamente su quinta extremidad. Con una altura de 1.60, ella es apenas más alta que el instrumento que toca. Elegí el más pesado y el atuendo más atractivo, cuenta. Podría haber sido gasa y una flauta, pero no, fui con un bajo y un traje de cuero, con los que se volvió pionera transgresora que ha inspirado a roqueras como Debbie Harry, Chrissie Hynde y Joan Jett, todas las cuales aparecieron en su documental de 2019.

Pocas imágenes evocan a los años 70 como lo hace Suzi Quatro: bronceada y con cara de bebé, ataviada de cuero, roqueando con su peinado desgreñado y su banda masculina.

Descubren una estrella

Quien la descubrió fue el productor inglés Mickie Most, quien estaba en la ciudad natal de Quatro, Detroit, para grabar con Jeff Beck cuando se encontró con la bajista y sus hermanas tocando en un bar. La convenció de que dejara su banda familiar, The Pleasure Seekers, para tener una oportunidad como solista al otro lado del charco. Él sólo me quería a mí, no a mis hermanas, lo cual fue difícil, sostiene. Esa semana le ofrecieron otro contrato en Elektra. El presidente (de ese sello) señaló que quería llevarme a Nueva York y convertirme en la próxima Janis Joplin, recuerda. Pero Mickie dijo que me llevaría a Inglaterra y me convertiría en la primera Suzi Quatro.

La elección fomentó el resentimiento en la familia de la cantante y compositora. “Cuando les dije a mis padres que había tomado mi decisión, mi mamá lloró porque me iba a extrañar, pero mi papá comentó algo que nunca olvidaré: ‘te das cuenta de que tus hermanas no lo lograrán sin ti, ¿verdad?’” Así que me senté allí por un momento y respondí: ‘papá, tengo que irme’. Todos tenemos nuestros propios caminos que seguir y ese fue el mío”. Suzy ha estado de gira desde que tenía 14 años y continúa sacando álbumes. Su más reciente disco, lanzado a principios de este año, obtuvo críticas positivas y ya tiene otro en camino.

Parece que es una contradicción. Es una estrella de rock que no fuma ni consume drogas; un espiritualista de mente abierta que, en algunos aspectos, también es un católica estricta; una orgullosa de Detroit que vive en la casa inglesa más típica. Sin embargo, lo más controvertido de todo es que Quatro es un ícono feminista que no es feminista. Soy yoísta, no feminista, declara. No necesito unirme a un grupo para ser poderosa. Lo soy dentro de mí misma. Defiendo a las mujeres y lo he demostrado con el ejemplo.

¿Cree que ahora se hace demasiado hincapié en el género?, se le pregunta. “Creo que se ha vuelto un poco loco. Es decir, hay chicas, chicos, trans y gays”, responde.

Quatro encontró su propia manera de lidiar con los idiotas en la industria musical, marcadamente misógina. De forma muy rápida desarrollé una lengua afilada: podría decirle una línea al imbécil, y ya está, sale con el rabo entre las piernas, considera. Puedo matar a un hombre a 10 pasos si quiero. Es mujer de pocas palabras, pero de muchas acciones antimachistas. Una vez, Angus Young de AC/DC, fue perdonado por ella, asegura. “Estaba subiendo las escaleras con mi traje de cuero frente a él. Me pellizcó. Me di la vuelta con el puño en alto (para golpearlo), pero él era tan lindo que dijo: ‘lo siento, no pude evitarlo…’ y me di cuenta de que lo decía en serio, así que lo dejé pasar”.

▲ Suzi Quatro, en unas de sus presentaciones.Foto tomadas de la página de Internet de la artista

Sonríe y continúa contando la historia de cómo cuando tenía 11 años escuchó a uno de los novios de su hermana mayor susurrar que ella iba a tener un gran trasero cuando creciera. Me confundió, así que entré en mi habitación, me desvestí, me agaché y miré entre mis piernas para ver de qué estaban hablando. Así que no, está bien. No me importa que lo reconozcan. De hecho, ¡estoy muy orgullosa de ello!

Encuentro con Alice Cooper

En otra ocasión le rompió la nariz a Alice Cooper cuando estaban de gira juntos. Nos estábamos desahogando con una pelea de dardos en el pasillo del hotel, asegura. Alice tiene una nariz bastante grande y yo soy una muy buena tiradora. Esa noche salió al escenario con un ojo morado, usando mi camiseta, por respeto.

También está esa vez en que rechazó conocer a su héroe de todos los tiempos: Elvis Presley. Ella tenía 24 años y estaba de gira en Memphis cuando el Rey del rocanrol la llamó. Pensé que iba a morir, recordando su voz en la línea. “Me dijo: ‘escuché tu versión de All Shook Up y creo que es la mejor desde la mía, así que me gustaría invitarte a Graceland mientras estás en la ciudad’. Pero no estaba lista, así que le respondí que estaba demasiado ocupada”. Quatro niega con la cabeza, castigando a su yo del pasado por un segundo antes de volver a su idea del camino. Esa era la forma en que se suponía que debía suceder; que no debía conocerlo.

Pese a que disfrutaba de un gran éxito en el Reino Unido, Estados Unidos era una historia diferente. Y no fue hasta que se diversificó en la actuación que encontró un punto de apoyo en su tierra natal. “Tuve que interpretar a Leather Tuscadero en Happy Days para que los estadunidenses me descubrieran”.

La madre de Quatro, que era su brújula moral, murió en 1992 de cáncer. Fue aquí, en su pasada visita a Gran Bretaña, señala la artista a través de la ventana, donde le dijo que lamentaba haberla dejado ir tan joven. “Le pregunté por qué no decía que no, y me dijo que a veces el amor es dejar ir. Sí, salí de esa inocencia ‘cuidada’ demasiado rápido. Tenía que irme”.

Sus padres al menos podían consolarse al saber que Quatro sólo marcaba la última parte del cliché de sexo, drogas y rocanrol. No voy a decir que nunca probé las drogas. Por supuesto que sí, eran los años 60 y todo el mundo fumaba mariguana, reconoce. El mismo año en que perdió a su madre, se divorció de su esposo y compañero de banda Len Tuckey. Creo que estuvimos demasiado juntos las 24 horas del día, los siete días de la semana, y comenzamos a tomar caminos separados.

Rememora: He tenido 15 o 16 propuestas de matrimonio en mi vida. Ha estado felizmente casada con su segundo marido, Rainer Haas, durante 30 años. Hoy día, el promotor de conciertos da vueltas en algún lugar de esta gran casa antigua, pero la mayor parte del tiempo vive en Hamburgo, mientras Quatro reside en Essex. Tenemos un departamento en Mallorca, sonríe. Fue con Haas con quien tuvo esas famosas sesiones de sexo de seis horas sobre las que escribió en su autobiografía de 2008.

Afirma que ella misma no creció con la apariencia en mi arsenal. Sintiendo que estoy a punto de no estar de acuerdo, continúa: “no quiero decir que no me viera bien, pero simplemente no era importante para mí. Nunca me dijeron que me veía bien, lo cual, por cierto, creo que es fantástico, porque esta es mi teoría: si hubiera crecido pensando que me veía bien y luego me hubiera convertido en la pin-up en la que me convertí, eso podría haber afectado mi cerebro. Fue una bendición disfrazada porque mantuvo el ego bajo control”, bromea.

Suzi Quatro estará de gira por Gran Bretaña para celebrar el 50 aniversario de Can the Can.

© The Independent

Traducción: Juan José Olivares

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