Tesla culpó a clientes por fallos provocados por piezas defectuosas

Otra vez, Tesla se ve envuelta en una polémica por aparentes problemas en sus coches eléctricos. Según un nuevo informe de Reuters, la empresa de Elon Musk ha culpado a sus clientes por una serie de fallos mecánicos registrados en sus vehículos, cuando supuestamente sabía que eran provocados por piezas defectuosas.

El citado medio asegura haber accedido a documentos internos de Tesla de entre 2016 y 2022, donde la compañía habría reconocido que los inconvenientes se producían por piezas “fallidas” o “defectuosas”. No obstante, habría instruido a sus empleados a desviar la responsabilidad hacia los propios conductores.

Entre los casos denunciados a Tesla se mencionan principalmente falencias a nivel de suspensión y dirección. Algunas de mayor gravedad que otras. El reporte indica que muchos dueños de los coches eléctricos de la marca —decenas de miles, supuestamente— han recurrido a los centros de servicio a raíz de ruidos molestos o vibraciones.

Aunque también se han reportado casos más extremos, como el desprendimiento de una rueda al transitar a casi 100 kilómetros por hora con el Autopilot activado. O la súbita pérdida de la dirección asistida en plena aceleración, lo cual casi termina con un Tesla (y su conductor) en una zanja.

Reuters insiste en que los fallos mecánicos en los vehículos de Tesla no son nuevos, ni tampoco los reclamos por parte de sus clientes. Así mismo, asevera que los problemas no son exclusivos de un país o región, sino que se han registrado tanto en Asia, como en Norteamérica y Europa.

Tesla culparía a sus clientes de “abusar” o “mal utilizar” sus coches

Lo verdaderamente curioso es que varias de las falencias se habrían producido en modelos nuevos o con muy poco uso. Uno de los casos que se expone es el de un usuario británico, quien sufrió el colapso de la suspensión delantera derecha de su Model Y 2023, menos de 24 horas después de que Tesla se lo entregara. Un arreglo que tuvo un precio de más de 14.000 dólares y que la firma de Elon Musk se negó a cubrir, alegando que el incidente se había producido por un daño previo en la suspensión.

Un elemento recurrente en el informe de Reuters es que, ante el reclamo de los clientes por los fallos mecánicos en sus vehículos, Tesla habría optado por acusarlos de “abusar” o hacer “mal uso” de ellos. Un argumento que incluso se habría presentado ante los reguladores estadounidenses y, a su vez, convertido en una explicación reiterada en sus centros de servicio.

Así, por ejemplo, los de Elon Musk habrían aseverado a los conductores que las falencias detectadas en los eslabones y los brazos de suspensión se producían por golpear los bordillos de las aceras al estacionar, o por el exceso de otros “impactos fuertes”. No obstante, esto podría no ser tan así.

El informe incluso menciona que la elección de los términos “abuso” o “mal uso” por parte de Tesla no sería antojadiza, sino para cubrirse legalmente y evitar hacerle frente a las reparaciones, por más que los coches aún estén en garantía.

Problemas de largo tiempo

Los problemas por piezas defectuosas en los brazos de suspensión y los semiejes de los coches eléctricos de Tesla se habrían detectado por primera vez en 2013. En China, por ejemplo, una gran cantidad de clientes habrían denunciado fallos mecánicos en dichos componentes desde 2016, aunque recién en 2020 la compañía habría optado por hacer un llamado general de revisión a sus coches. Y no habría sido hasta después de un tirón de orejas por parte de los reguladores del gigante asiático. Sin embargo, las fuentes de Reuters sostienen que, pese a conocer de la incidencia global de estos inconvenientes, el fabricante nunca hizo lo propio en Europa o Norteamérica.

Según un informe interno presentado por un ingeniero de Tesla, la compañía gastó casi 4 millones de dólares en reparaciones de brazos de suspensión y eslabones delanteros y traseros de los Model S y X entre abril de 2018 y abril de 2019. Una cifra que puede parecer pequeña a nivel mundial, pero que corresponde a piezas que no son de las más costosas en los coches. De hecho, de ese total, $1,3 millones se habrían destinado a reparaciones para coches con menos de dos años de antigüedad.

En 2020, en tanto, ingenieros de Tesla concluyeron que los componentes de la suspensión de sus vehículos seguían presentando una alta tasa de fallos, incluso después de ser rediseñados. Así mismo, clientes de la compañía habrían denunciado que los problemas con la dirección asistida se aceleraron entre 2021 y 2022, especialmente en los Model 3 y Model Y. Por lo pronto, Tesla o Elon Musk no se han pronunciado públicamente sobre lo reportado por Reuters, y parece improbable que lo hagan. Estaremos atentos a las novedades.