Ross Ulbricht, el creador de Silk Road, fue arrestado el 1 de octubre de 2013 y hoy cuando cumple una década tras las rejas, es momento de recordar su historia y el impacto que su caso ha dejado en la comunidad de Bitcoin.
Ulbricht fue sentenciado en 2015 a dos cadenas perpetuas, más 40 años de cárcel, sin posibilidad de libertad condicional. Y hoy sigue clamando por justicia por lo que cree fue una sentencia injusta.
Él hizo de Silk Road un mercado negro en la deep web que permitía el comercio libre con bitcoin y sin ninguna intromisión estatal.
Muchos en la comunidad de bitcoin e incluso fuera de ella creen que la sentencia de Ulbricht es desproporcionada con respecto a su delito.
Lanzó a Silk Road en febrero del 2011 como reflejo de su pasión por la libertad individual y los derechos de privacidad. Ulbricht dijo que creó el sitio web porque, en ese momento, creía que «la gente debía tener derecho a comprar y vender lo que quisiera, siempre y cuando no lastimara a nadie más».
Estaba convencido que las personas debían tener “la libertad de tomar sus propias decisiones, de perseguir su propia felicidad, como mejor les pareciera individualmente”. Así que ofreció a sus usuarios la oportunidad de pagar de forma anónima con bitcoin.
Millones de personas usaron el sitio para comprar artículos de todo tipo, incluyendo drogas y bienes o servicios ilícitos. Cuando las autoridades detectaron el comercio ilegal en el sitio, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) se involucró y comenzó a investigar, hasta que finalmente arrestaron a Ulbricht.
Nunca se detectó que Ulbricht almacenara, transportara o tuviera contacto alguno con los artículos y servicios que se vendieron en Silk Road. Sin embargo, su sentencia es mucho más larga que la de cualquiera de los vendedores de drogas que comerciaban a través de la plataforma.
La mayoría recibió sentencias de tres a diez años, por lo que al día de hoy todos deben estar fuera de prisión. Mientras que Ulbricht, a menos que se conceda un indulto, permanecerá el resto de su vida en la cárcel.
Sin embargo, su historia destaca el potencial de bitcoin, tanto como herramienta de resistencia a la censura.
Como lo destaca la Criptopedia, Ulbricht y su Silk Road impulsaron la adopción de bitcoin más allá de los nichos cypherpunks y se le dio a conocer como una herramienta monetaria útil para compras en línea.
No obstante, también revistió a Bitcoin de una imagen ilegal y criminal que dañaría su reputación por varios años, debido a su constante asociación con actividades ilícitas.
En todo caso, mientras la represión siga esparciéndose por el mundo, no hay que olvidar que hay alguien en prisión por iniciar un movimiento con el que millones de personas aprendieron que con bitcoin pueden moverse y vivir como quieran.
Mientras tanto, la comunidad de bitcoin continúa apoyando a Ulbricht, abogando por una revisión justa de su caso y una reconsideración de su sentencia.
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