Si eres un nostálgico de corazón, te gustan las rolas ochenteras, noventeras y todo lo que representaba esa época dentro de la industria musical con las boys bands, los discos, las coreografías y el fanatismo enloquecido, esta es una película que disfrutarás por completo, al igual si has visto las anteriores entregas de “Trolls”, pero si lo que buscas es una historia interesante en esta tercera parte, es la experiencia más aburrida porque su trama parece una telenovela absurda que no tiene pies ni cabeza, en donde nuestros protagonistas Puppy y Ramón encuentran a sus hermanos perdidos.
Después de dos películas de amistad, mucha música y diversión, Poppy (Anna Kendrick) y Branch (Justin Timberlake) han formalizado su relación. Según se van conociendo y acercando más, Poppy se da cuenta de que Ramón tiene un pasado oculto, ya que de niño, fue miembro de la banda musical favorita de nuestra heroína, BroZone, una ‘boyband’ compuesta por él y sus cuatro hermanos: Floyd (Troye Sivan), John Dory (Eric André), Spruce (Daveed Diggs) y Clay (Kid Cudi). El grupo se separó (como siempre suele ocurrir en el pop) y desde este hecho no ha vuelto a ver a sus hermanos.
Pero cuando Floyd, uno de los hermanos de Ramón, es secuestrado por una pareja de maléficas estrellas del pop: Velvet (Amy Schumer) y Veneer (Andrew Rannells), quienes no tienen talento y lo roban de este troll, el objetivo será reunir a la banda para usar su talento musical, ya que necesitan la armonía familiar perfecta para rescatar a su hermano y así romper el cristal donde se encuentra.
Independientemente de las voces internacionales que hacen gala de la película con la presencia de artistas de importante renombre, la película, para su versión en español, apuesta por artistas nacionales para interpretar las melodías, es así como Belinda, Karla Díaz, Claudio Yarto, Erik Rubin, Yair y Benny Ibarra están presentes con sus inconfundibles voces, solo con el pequeño detalle de que sus melodías, en su mayoría, son en inglés, algo que a los pequeños que están en la sala de cine no resulta nada atractivo, solo para los adultos que sin duda las recordarán.
Colorida, con una calidad de animación respetable, algunos momentos cómicos frescos y con el regreso de personajes de antaño y varios nuevos, es lo que la salva del olvido, en especial por la referencia a varios grupos mexicanos como Timbiriche, Mercurio, Menudo, Sentidos Opuestos y más.
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