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Pese a los nuevos formatos, en El Chopo continúa el intercambio sabatino de discos

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Pese a los nuevos formatos, en El Chopo continúa el intercambio sabatino de discos

▲ El canje de grabaciones es la quintaesencia de la actividad sabatina junto a la Biblioteca Vasconcelos.Foto Yazmín Ortega Cortés

Jorge Caballero

 

Periódico La Jornada
Martes 20 de febrero de 2024, p. 8

Sin discusión alguna, desde su nacimiento, el intercambio de discos en el Tianguis Cultural del Chopo es la quintaesencia del significado del mercado musical. Todos buscan el acetato deseado, la rareza o la edición desconocida o descontinuada de su artista o grupo favorito; otros intercambiadores desean sacar alguna ganancia de sus preciados discos y otros quieren sorprenderse con la arqueología sonora que se vende semana tras semana.

Para El Poncho, como lo conocen en el tianguis, el trueque sigue: Tengo un chingo viniendo, desde 1989-90. Antes había muchos intercambiadores, eran los años del cambio del vinilo al compacto y lo que prevalecía, y sigue, era el agandalle. Todos querían sacar unas monedas con su material. Cuando alguien traía un disco chido todos íbamos sobres hasta que alguien lo conseguía.

Señala la entrada norte del tianguis y explica: Toda esta zona era de intercambio, ahora hay muchos más puestos. Tuve sábados en los que intercambiaba hasta 50 discos en un día. Todos nos conocíamos; llegamos a ser unos 200 los habituales, más los esporádicos de cada semana.

Para César Salas, de la comisión de Cultura del Comité del Chopo, “el espíritu del intercambio prevalece, eso nadie lo podrá evitar porque ya está muy arraigado. La transformación del tianguis la ha hecho la propia gente. Por ejemplo hay quienes se casaron, tuvieron hijos y luego de 10 o 15 años regresan a darse un rol y se enfrentan con otra cosa de cuando eran jóvenes. Son los que dicen ‘El Chopo ya no es como antes’. Evidentemente no puede ser como antes. La industria el mercado, los formatos para escuchar música y las formas de consumo han cambiado, pero nosotros seguimos teniendo el espacio de intercambio. El ánimo por venir a canjear ha cambiado; sin embargo, está vivo, muy por arriba del comercialismo”.

El Porte –así se hace llamar– es otro de los canjeadores fundadores en El Chopo. Llevo un putero de años viniendo al Chopo, más de 30, señala.

Se precia de que ha desarrollado olfato para la caza de discos o para reconocer dónde está el pan: Siempre me encuentro el bueno. Algunos no saben el material que traían. Llegué a ver grabaciones rarísimas que no sabía que existían de Metallica, Pantera y ahora hasta Ghost. Mis compañeros han conseguido cosas que les parecen chidas, como The Mars Volta o los Beatles.

Agrega que aquí en El Chopo, desde que inició en el intercambio “llegaban discos de todas las procedencias, desde los materiales promocionales hasta quienes vendían lotes por cajas. Años después de que mataron al Chalino Sánchez (cantante de regional mexicano) me cayeron unas cajas de Las Nieves de Enero. Ahí la tuve un rato, pero una vez me traje varios de pura cábula y los vendí todos, hasta me faltaron. Luego, un día un ruco llegó y me preguntó si tenía más discos del Chalino. Lo llevé a la casa y me compró toda la maletota”.

Se le pregunta si ha detectado discos robados, “seguro sí hay un chingo que son de roberto, pero eso es muy difícil saberlo. Hay otros, por ejemplo, los discos promocionales traían un agujero y cuando te dabas cuenta de un disco agujereado ofrecías mucho menos, yo le cambiaba la caja y a la siguiente semana los ofrecía como si fueran de línea”.

En el recorrido nos encontramos con Rubén Albarrán, de Café Tacvba. Le pedimos su opinión, y dijo Es difícil darte una opinión del tianguis del Chopo porque sólo he venido dos veces en 30 años, pero me da mucho gusto que la banda siga viniendo a buscar discos, Lo que sí creo es que antes había más intercambio y tal vez aquí los jóvenes ya no intercambian discos pero vienen a reconocerse…

Zenén, vendedor de tiempo del Chopo, dice: La esencia del intercambio sigue viva. En la entrada norte siguen haciéndolo, pero la última vez que quise intercambiar uno, aparte del disco me pedían un billete. Me di cuenta de que ya son más coyotes y siempre buscan ganar algo de varo. Pero lo entiendo: antes era intercambiar sin comerciar, somos choperos y manejamos la cultura del rock, pero somos comerciantes y tenemos que pagar el agua caliente y la luz.

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